martes, 6 de enero de 2015

Fin de año

El  jueves  23  de  octubre  una  multitud  de  más  de 9.000  personas  se  congregó en la Plaza de la Constitución  para  mostrar su hartazgo  a la situación  de inseguridad  y al  miedo constante tanto en la vía pública  como en sus lugares de trabajo y  viviendas particulares.

El  principal  reclamo de la ciudadanía  fue  “BASTA DE ASENTAMIENTOS”. El  día jueves 6  en la Asamblea  realizada  en  el mismo lugar, el  intendente  solo dice  que  “la policía está cuidando,  viene  gente y estamos haciendo que se vayan, salvo que sean  de Villa”. Por otra parte declara que hay una Comisión trabajando sobre la  urbanización de  asentamientos existentes.

En efecto esto se dio a partir de una reunión, convocada  por el Senador Germán Giacomino  el 8 de agosto.  Luego de esta reunión un grupo de empresarios villenses  propusieron un plan de acción que fue ampliamente difundido. Algunos de los puntos de este plan incluían medidas largamente pedidas por nosotros, como el control de los ingresos de la ciudad.

A partir de ahí empezaron a funcionar  una serie de Comisiones, en las que participamos destinadas a tratar las tres partes de ese plan: control de asentamientos, urbanización de los existentes y loteo de terrenos sociales.

Por otra parte comenzaron una serie de reuniones con autoridades provinciales en materia de seguridad (fuerzas policiales, Ministerio de Seguridad)

En el ínterin  continuaron los robos cada vez más violentos  sobre todo centrados en Barrio Talleres, lo que aumentó la ansiedad de la población que terminó de expresarse en la marcha del 23 de octubre.

En ese marco la respuesta del intendente fue muy ligera, y similar a otras dadas con antelación. El municipio sigue mostrándose vacilante y remiso a la hora de tomar medidas y sólo bajo el peso de los acontecimientos en un primer término colocó cámaras de vigilancia en determinados puntos de la ciudad y luego ha sido empujado a ver como ordena los asentamientos, auxiliado por la disponibilidad del Gobierno Nacional, que desea reactivar la obra pública. La última medida ha sido la creación de la Guardia Urbana Municipal.

¿Y qué ha pasado con el plan de los empresarios?  Algunas medidas, como traer a la Policía de Seguridad Vial, han generado un descontento entre los comerciantes y transportistas de la región, ya que les parece que están apostados sólo para interceptar su tránsito, más allá de las  irregularidades manifiestas de los vehículos pero también de alguna deficiencia del accionar de la fuerza de seguridad. En las próximas semanas comenzará  a instalarse el  control caminero permanente en la  frontera con San Nicolás.

La urbanización sigue adelante montada en los planes de la Secretaría de Tierra y Hábitat de la Nación, que desea lotear la mayor cantidad de tierra  posible para paliar el déficit habitacional, una de las razones de las constantes migraciones y usurpaciones de terrenos.

¿Y el control de los asentamientos? Nada por ahora. Se prevé  dejar  esa tarea a la GUM recién creada, pero que comenzará a funcionar en los primeros meses del año que viene, así como la participación de la Policía Comunitaria. Nada se ha hecho para verificar el ingreso de personas a  los asentamientos existentes, excepto la creación de los Certificados de Vecindad. Por otra parte por ahora no se ha podido contar con información sobre el crecimiento de las poblaciones en los asentamientos, si bien se cursaron pedidos al director Provincial del Registro Civil y a las escuelas. El  Registro Civil  informó de la imposibilidad  de suministrar  dichos  datos, desde que el Registro Nacional de las Personas lo prohíbe. Por otra parte, el pedido  de que no se transporten elementos  para la construcción  hacia  espacios usurpados tuvo una respuesta negativa por parte del comercio local,  que por otra parte se muestra escéptico de poder frenar las construcciones en dichos espacios.

Las reuniones de las Comisiones creadas tras la reunión del 8 de agosto languidecen, ante el paulatino alejamiento de los sectores privados y algunos aspectos reclamados como el establecimiento del número de emergencias 911 parecen sujetos a promesas que ya parecen el cuento La Buena Pipa. Siempre falta algo para su instalación. El último obstáculo ha sido que el municipio debe pagar para tender un cable de fibra óptica e instalar una PC en Jefatura mas otras instalaciones. El número policial 101 sufre de problemas técnicos que parecen “insalvables”.

Por su lado, los Concejales, emitieron una Resolución solicitando  se investigue al juez en lo penal Ruben Osvaldo Bissio y al fiscal  Osvaldo Chiappelo ¡Dos años y medio después que gran parte de la población del Departamento Constitución lo manifestó  en miles de firmas!

En el  Senado provincial  el  Senador Giacomino presentó el día de la marcha un reclamo general que sorprendió  a sus pares. Nunca antes se había presentado un reclamo semejante desde el  Departamento  Constitución  en ese cuerpo, excepto las firmas de los ciudadanos. Tampoco  generó ninguna respuesta  distinta de las que ya tuvimos. El sistema político parece resignado  la  gente lo percibe como indiferencia a sus reclamos.

La Justicia sigue sin  dar respuesta a las causas de homicidios no resueltos y  muchas de ellas hace rato que están archivadas, generando una sensación de impunidad. El nuevo sistema aparenta mostrarse más ágil, pero todavía sufre carencias que limitan su accionar,  más  allá de peligrosos vicios del anterior sistema que amenazan contaminarlo.

La provincia  aún no se decide a encarar el problema carcelario local, en que las instalaciones de la Jefatura se han convertido virtualmente en un establecimiento penal  en los hechos, con el riesgo que esto conlleva, además del hacinamiento que motiva reclamos del Defensor  General  y  limita  los encarcelamientos  preventivos. Según el Plan de Seguridad Democrática 2013 de la provincia “El Ministerio de Seguridad continúa avanzando con el proceso de traspaso de detenidos en comisarías a la órbita del servicio penitenciario.” Por ahora Villa Constitución no parece incluida.

¿Qué compromiso  pueden y quieren asumir las autoridades municipales y provinciales? ¿Por qué dejamos que avancen impunemente las bandas criminales y las prácticas delictivas ahora cada vez más peligrosas desde que aumenta la cantidad de armas en manos de la población civil y la delincuencia?
¿El año que viene, se podrá reclamar algo sin que los gobiernos acusen de que son parte del oportunismo partidista, destinado a tener  únicamente un rédito electoral?
¿El año que viene nos encontraremos convocando a otra masiva marcha para volver a reclamar  lo ya reclamado?

El intendente parece haber cambiado de opinión de cuando decía el 23 de Febrero de 2013 en un diario de alcance provincial  “Tenemos algún pequeño problema de seguridad, menores, como algún pequeño robo, como sucede en todas partes lamentablemente. Pero estamos muy bien”  Obviamente no estábamos muy bien. La pregunta es como estaremos.


Feliz 2015