viernes, 22 de agosto de 2014

Antes que nos alcance el futuro

 Nuevamente  las autoridades  han realizado una convocatoria  a  las  fuerzas vivas de la ciudad  para  tratar el  problema de los asentamientos irregulares  en  nuestra  ciudad. Este no es un problema nuevo,  ya  que existen asentamientos  en  terrenos públicos desde hace décadas. Claro que en los últimos años la superficie ocupada  y  la  población  en ella se incrementó a tasas exponenciales, proceso que parece ir acelerándose en estos últimos tiempos. En la reunión del  día 8 de agosto  personal del ámbito de la salud informa que en los últimos cuatro meses  aumentó  en un casi 25% el número de pacientes infantiles a tratar. Pese a estar dotados de elementos (medicamentos, leche maternizada) estos no alcanzan.

Según ONU existen  en el mundo mas de 200.000 comunidades  que pueden definirse como asentamientos  precarios donde viven  cerca  de  1.000 millones de personas  en  los cinco continentes habitados. Según la definición de Naciones Unidas-Habitat  es un grupo de personas que viven bajo el mismo techo  en una zona urbana que carece de una o más de las siguientes condiciones:
  1.        Una vivienda durable de naturaleza permanente que proteja contra condiciones climáticas adversas.
  2.        Un espacio vital suficiente, lo que significa que no más de tres personas compartan una habitación
  3.        Acceso fácil a agua potable en cantidad suficiente y a un precio razonable
  4.              Acceso a saneamiento adecuado: letrina privada o pública compartida con una cantidad razonable de personas
  5.              Tenencia segura para evitar los desalojos forzados

Un informe de Amnistía  Internacional  nos revela que  el número de personas que viven en asentamientos precarios está creciendo de forma alarmante en todo el mundo. Entre las razones que explican este crecimiento se encuentran la desinversión en el medio rural, los conflictos armados, los desastres naturales, el cambio climático, la denegación del derecho a la tierra y a la propiedad, los desalojos forzosos masivos y la pérdida de la vivienda debido a la apropiación de tierras por parte de empresas y proyectos comerciales. Según algunas previsiones, unos 2.000 millones de personas vivirán en asentamientos precarios en 2030. Debido a la inexistencia de viviendas a precios asequibles, las personas que migran a las ciudades no tienen otra alternativa.

Los asentamientos nos son sino otra forma más de la crueldad que nuestra sociedades expresan ante lo desconocido. Las personas que viven ahí  sufren  todo tipo de estigmatizaciones,  acusándolos de ser vagos y delincuentes,  y  la constante segregación ,  ya que la falta de formas de urbanización  hacen inaccesible a los servicios públicos estas áreas,  se los trata de marginar creando barreras urbanas y sufren el acoso de la delincuencia que encuentra en estos  barrios el refugio ideal para sus actividades  aunque los jefes de estas bandas vivan en barrios cerrados con todo lujo. Los habitantes de estos barrios tienen más probabilidades de ser víctimas de violencia a manos de las bandas de delincuentes  cuando no también  de abusos  las fuerzas de seguridad.

La situación del crecimiento de estos barrios queda enmarcada pues, en  las carencias del desarrollo urbano, donde la comunidad no ofrece la posibilidad  de obtener su vivienda a familias jóvenes, que se ven forzadas a migrar a poblaciones vecinas, y las políticas de urbanización  son llevada adelante por los especuladores y  usureros del mercado inmobiliario, ya que aún en los asentamientos, la mayoría ha pagado por el lugar donde se radica. La aparente falta de organización urbanística brinda la oportunidad de hacer mucho dinero para unos pocos y pésimas condiciones de habitabilidad para muchos.

Por otra parte esto también presenta presiones sobre los espacios públicos de la comunidad, el lugar donde ésta se relaciona y  se teje el entramado social  esencial para garantizar la convivencia. Estos espacios se encuentran permanentemente  como blanco de proyectos privatizadores  que sólo piensan en el negocio inmobiliario.

En  el año  2013, en ocasión de las movilizaciones que se realizaron  para recordar  que había  pasado un año desde que se entregaron  miles de firmas ante el Senado de la Provincia  de Santa Fe y el Procurador General de la Corte,  presentamos, en la nota leída en la ocasión,  un análisis  de los sucesivos censos, muestreos y relevamientos realizados en  los asentamientos de la  ciudad  entre los años 2009 a 2013. Volvemos a traer esos números:
  1.    El estudio de 2009 revelaba un incremento del 25% en los barrios marginales en los últimos 5 años
  2.    Un 50% de los grupos familiares provenientes de otras localidades, se habían asentado en los últimos 5 años
  3.     En el muestreo de 2012, 30% del total mostraba haber venido de otra localidad y un 44% haberlo hecho  por motivación o  invitación  de un tercero.
  4.    También en el muestreo mas del 60% se había asentado en los últimos 5 años
  5.    En un 30% de los grupos familiares no posee trabajo ningún miembro
  6.     La mayoría muestran ser familias de no más de 5 personas (70%)


Decíamos entonces “Un somero análisis de los trabajos permite percibir un fuerte movimiento de migración no sólo interna sino de otras localidades, así como la influencia de terceros en este traslado. También la situación de precariedad  laboral de una parte importante de la población. Por otra parte no se observa que exista situación de hacinamiento que justifique una migración interna, como frecuentemente se afirma desde ámbitos oficiales, por lo que existe una inconsistencia entre los muestreos y el discurso.”

En reiteradas ocasiones hemos pedido medidas para el control de los asentamientos.  Queremos aclarar que esto de ninguna manera  significa una discriminación para quienes desean  radicarse en nuestra ciudad, pues ¿no se nutrió esta ciudad de la inmigración, no sólo de otros países sino de otros lugares de nuestra tierra? ¿No migran también quienes creen que la ciudad no les ofrece lo que quisieran para vivir con sus familias? Cada uno es dueño de buscar los horizontes que mejor lo hagan sentir y de vivir donde le plazca. Pero lo que no puede ocurrir es que se usurpe el espacio de la comunidad  y  que se lo haga desordenadamente. Una falta de previsión de estas conductas llevará al inevitable colapso de los servicios esenciales. Esto no sólo ocurre por la voluntad  supuestamente aprovechadora  y ladina  de los ocupantes, aunque existen casos en que se verifica esta conducta, sino también por el déficit de esa comunidad.

En la reunión del  día 8 se habló de hacer partícipes a las instituciones en la realización de proyectos destinados a ocupar las tierras estatales que no tienen uso definido. Es indudable que una  institución de bien público tiene sobrada ventajas  sobre las propuestas de los usureros del mercado inmobiliario,  pero esto no puede significar la entrega total  de las tierras públicas  a instituciones, ya que de todas formas esto constituye una privatización de espacios públicos o potencialmente públicos. Por otra parte, ya hemos tenido experiencias en el pasado, en el que la entrega de tierras  a instituciones termina en un loteo o una tenencia temporaria  se convierte en definitiva,  dejando a la ciudad sin una de sus plazas. Entendemos que la presencia de la comunidad en los espacios públicos no debe resumirse a entregarlos al  primero que levante la mano.

Además, esto no pude ser un acto espasmódico sino el inicio de una política metódica, con la generación de información sistemática. En ese sentido es lamentable que se haya propuesto desde el Concejo un nuevo censo y no obtener datos de organismos oficiales, información que debe ser de acceso público.

Esperamos  que  esta nueva  propuesta  no sea simplemente  “más de lo mismo”, es decir una simulación  en  vísperas de épocas electorales, que simplemente intentan  soluciones cosméticas para maquillar la verdadera carencia de ideas y planes para el desarrollo de la ciudad y la seguridad de sus ciudadanos.  Nos sobran antecedentes:

¿Qué ha sido de la instrumentación  del 911? ¿Cómo está funcionando el 101?
¿Cómo están funcionando las cámaras de seguridad? ¿Sirven para prevenir?
¿Existe un plan de seguridad? ¿O lo que se toman son medidas aisladas?